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Honduras: Los fantasmas de una novela

Durante su mandato, Donald Trump aseguró que Honduras desperdiciaba los recursos que EE. UU. enviaba para paliar la pobreza



Honduras – Día a día, la vida de los hondureños se convierte en un espectáculo. En la mayoría de las ocasiones, nos ubicamos en el lugar menos adecuado, lo que nos impide apreciar cada capítulo de la obra, su montaje y trascendencia. Al final, no entendemos lo que estamos viviendo y terminamos olvidándolo.


En 2014, Honduras se convirtió en el escenario mediático de miles de personas que huyeron de sus hogares alegando conflictos urbanos armados. El 21 de junio de 2014, las autoridades de los Estados Unidos anunciaron medidas para hacer frente a la llegada de más de 64 mil niños indocumentados provenientes de Centroamérica, lo que desató la crisis humanitaria más grave en los últimos tiempos. Nombrada así por el presidente Barack Obama, la Patrulla Fronteriza detuvo a más de 46.000 niños y jóvenes menores no acompañados.


Las autoridades migratorias de los Estados Unidos no estaban preparadas y tuvieron que improvisar decenas de albergues y centros de acogida para los menores. En ese entonces, mientras estaba de gira por América Latina, estando en Guatemala, los mandatarios de El Salvador, Honduras y México acordaron destinar cerca de US$ 10 millones para la reinserción de los inmigrantes repatriados y cerca de US$ 200 millones para programas de desarrollo social y seguridad en la región.


Después de esa reunión, no se volvió a hablar más del asunto ni se conoció el fin que tuvo esa ayuda económica. Los resultados se traducen en una nueva modalidad de migración forzada, cuyos pilares siguen siendo la inseguridad, la pobreza, el hambre y el incremento acelerado de la violencia que ramifica sus tentáculos, fortaleciendo las redes criminales, siendo su principal arma el internet.


Para ese entonces, "tolerancia cero" era aplicada por la policía como políticas de seguridad y orden, con el fin de frenar la violencia. Pero en 2018, se comenzó a aplicar contra la población migrante, con medidas drásticas de separación de menores de sus padres como primer castigo moral, y el estigma del migrante como criminal que intenta cruzar de forma ilegal a Estados Unidos. La detención y encarcelamiento de migrantes provenientes de otros países y de tránsito por Honduras.


El Departamento de Justicia de Estados Unidos llamó a las víctimas "migrantes autores de un delito" por lo cual debían ser encarcelados y juzgados; este castigo incluía perder la custodia de sus hijos.


Simultáneamente, el presidente Donald Trump señaló a Honduras de hacer mal uso de la ayuda que ese país otorga, acompañado de una campaña mediática en Honduras pidiendo a los migrantes que rectifiquen.


"Medios hondureños difundieron las declaraciones de Trump que dice en el vídeo; 'a países como Honduras les pagamos cientos de millones de dólares, que, por cierto, vamos a parar eso muy pronto'".


Anunció la reducción de la cooperación con Honduras, El Salvador y Guatemala en represalia porque no han detenido las caravanas que "huyen de la pobreza y la violencia".


Posteriormente, en 2018, dos caravanas pusieron en "alerta al mundo", seguidas de un promedio de 12 mil migrantes, en su mayoría hondureños, que partieron el 13 de octubre desde San Pedro Sula, con el ideal de llegar a México para pedir asilo, obligados por la inseguridad y la pobreza. Así sucesivamente, seguirán una serie de éxodos con el ideal de buscar mejores condiciones de vida.


En seis horas, los senadores y congresistas demócratas tuvieron reuniones con el ex presidente de Honduras Juan Orlando Hernández, y las Fuerzas de Tareas de Atención al Migrante Hondureño, con el Fiscal General de la República, con el Coordinador de la Unidad Fiscal Especial Contra la Corrupción y la Impunidad del Ministerio Público de Honduras (UFECIC-MP), y con el Vocero de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), Luis Antonio Marrey Guimaraes; para conocer los esfuerzos que realizan en el combate de las redes de corrupción en el país. Todos ellos fracasaron, fortaleciendo el descontento en la población hondureña.


"La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, en reunión con ministros y secretarios de seguridad del Triángulo Norte de Centroamérica, firmó una 'declaración conjunta' en la que asumieron 'el compromiso histórico de enfrentar el desafío que supone la migración irregular y acabar con los traficantes que sacan provecho de la miseria humana', pidió 'liderazgo' a los países centroamericanos para frenar el fenómeno.


Hasta hoy, no se tiene una respuesta de la fuerza conjunta de combate a la corrupción y la impunidad, y qué cuota les tocará pagar a ellos en la historia, más de 600 migrantes hondureños desaparecidos en México, el comisionado de los derechos humanos en Honduras suma cifras alarmantes de más de 1300 niños y niñas desaparecidos.


"Antes pensaba que el secreto de un final feliz era hacer bajar el telón en el momento preciso". Fantasmas: una novela (2005), Chuck Palahniuk.



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